María Antonieta Flores. Caracas, 1960. Ha publicado los poemarios El señor de la muralla (Caracas, 1991), Canto de Cacería (Maracay, 1995. Premio de Poesía de la I Bienal de Literatura Municipal «Augusto Padrón» 1994), Presente que no en ausencias (Caracas, 1995), Agar (Valencia, 1996), Criba de abril (1998), Los trabajos interminables (1998, Mención Premio Municipal de Literatura, 1999), La desalojada luz de la tarde (poema largo, plaquette, 1999). Obtuvo el Premio Municipal de Literatura «Rafael Angel Insausti» mención Ensayo 1996 (Barinas) con Sophia y Mythos de la pasión amorosa editado en 1997. Aparece incluida en Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI. El turno y la transición de Julio Ortega (México: SigloVeintiuno Editores, 1997. pp. 343-344) y Antología de la poesía venezolana II de Rafael Arráiz Lucca. (Caracas: Edit. Panapo, 1997. Pp.1019-1022).
Morada antigua.
Yo vengo de una estirpe de mujeres solas
eficaces
inembargables
derrotadas antes de nacer
por la muerte
siempre guardadas
como semillas que arrastra el viento
entregadas al sacrificio de la vida
sin un futuro ni un presente
sin vástagos que las resguarden
aprendidas en soledad
ellas mismas amamantándose
haciendo de cada día una victoria estéril
mujeres que hablan desde muy lejos
ahogadas en su torpeza y en la bruma del deseo
mujeres solas que arruinaron sus manos
en el oficio duro que le entregaron las prendas blancas
y perdieron sus días entre toses y dolores de pecho
conociendo todo de la pobreza
administrando los silencios y el alimento diario
entrando en las jornadas
con un dolor irremediable
estirpe sin grandes ambiciones
dulces mujeres que amaron sin respuesta
y fueron una tras otra
mano con mano
fundando la cadena del desamparo.
(De la voz de mis hermanas y otros poemas, 2005)
Derechos Reservados © María Antonieta Flores.
1 comentario:
como semilla que arrastra el viento...
todo en esta vida...
saludos gracias como siempre, un abrazo
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