martes, 20 de mayo de 2008

POEMAS DE HERNÁN ZAMORA.

Hernán Zamora. (Caracas, 1964). Arquitecto, egresado de la Universidad Simón Bolívar en 1988. Profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, desde 1998. Participó en el Taller de poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos entre 1998 y 1999. Con su primer poemario, Desde el espejo del baño (La liebre Libre, 2000) obtuvo el XIII Premio de Poesía Fernando Paz Castillo que otorga el CELARG. Es también autor de los poemarios La casa de las hormigas (El pez soluble, 2.000) y No somos nuestros (La nave va, 2002).

Arte poética.

Palabra pronunciada
vestigio
canto indescifrable
en la caverna
presencia deslizada
hasta tocar
hasta sosegar
el bufo gruñir de mi respiración

Palabra escrita
huella en la roca
roca en la arena
sombra de luna disuelta
en la tenaz geometría
de una llovizna interminable

Aún no sé leer
piedras siempre de mi boca se despeñan

Remedo
aquel canto de sal
aquel despojo de lluvia

Todo esfuerzo sigue siendo apenas una inexplicable insistencia
ripioso imaginario contra el olvido

Restarán
dos espejos enfrentados
y entre ellos arena
sólo arena
que habrá cesado de caer.

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Todas las mañanas me asomo a la ciudad

desde el espejo del baño

extiendo mi mano buscando algún rastro de lluvia

extraviado en la madrugada

algún resto de sueño

negado a despertar

Aunque todo parece permanecer

siempre algo revela

una diferencia

un mínimo despojo

un imperceptible amago de renuncia

después de todo

el rito matutino consiste

en desvestirnos la noche

La inexplicable insistencia

de caminar descalzo

sobre un suelo silencioso

cuando el día despierta

requiere de una bizarra disposición

que al llegar a esa íntima ventana

hallaré

sobre la vista que contemplo

otro surco que presagia

el advenimiento

de una noche inexorable.

lunes, 12 de mayo de 2008

LUCÍA ESTRADA.

(Medellín – Colombia, 1980)

Ha publicado los libros de poesía Fuegos Nocturnos (Medellín, 1997); Noche Líquida (Colección del Ministerio de Cultura, San José de Costa Rica, 2000), Maiastra (Ed. El Tambor Arlequín. Medellín, 2004) y Las Hijas del Espino (Cobalto Ediciones. Medellín,

2006). Sus poemas han aparecido también en varias antologías y publicaciones del país y del exterior. Con su libro Las Hijas del Espino obtuvo el Premio de Poesía Ciudad de Medellín (2005).

El Círculo del Poema.

Cada poema abre otro silencio,


recorre las estancias últimas


de la palabra


para volver al todo.

Se precipita en el vacío


después de circular


de mano en mano,


de labio en labio


hasta que no queda ningún vestigio


de la sangre que acuñó su moneda.

Cada poema


un desafío al ojo atento


en el instante justo


de la caída.


Fuga.

Arremeter, resbalar, hundirme, resurgir, salir del poema, adentrarme una vez más en él, clausurar una puerta, abrir una ventana, bajar un peldaño o dos, subir de nuevo, permanecer a la intemperie, abrigarme cuando sea necesario, cerrar los ojos, abrir las manos, reconstruir en un segundo el misterio y cubrirme con su ala cósmica; conjurar el vacío, nombrar la soledad, despojar el tedio, asir la sombra, rodear la luz, conciliar el silencio, la palabra, recrear la noche, recuperar lo blanco, ofrendar el sueño, perpetuar la vigilia, mantener el fuego, redimir la demencia, renovar el tiempo, desear la memoria, aceptar el olvido, acaudillar el amor, asumir la vida y celebrarla como un acto piadoso, considerar la muerte y aguardarla como a la única heredera de mi cuerpo y sus estaciones, abrir los ojos, cerrar las manos, abandonarme, adivinar el vértigo, experimentar la náusea, purificarme luego, reencontrarme bajo la lengua púrpura del día, saludar al extranjero en el bosque del extravío y rectificar uno a uno el número de sus huesos.

(Del libro Fuegos Nocturnos)

jueves, 8 de mayo de 2008

RESTAURACIÓN DE LA PALABRA.

AUTOR:

EDUARDO GÓMEZ

Miraflores, Colombia, 1932.

¿Para qué escribir pequeños versos

cuando el mundo es tan vasto

y el estruendo de las ciudades ahoga la música?

En esta lucha de gigantes

se necesitan armas de vasto alcance.

En este duelo a muerte

las canciones embriagan o adormecen.

Está en juego la sangre de generaciones

y de pueblos

y un mundo abierto al hombre infinito

por nacer.

Está en juego demasiado

para arriesgarlo todo solamente al azar de la palabra.

Es hora de glorificar otros hombres y otros hechos

Es hora de buscar situaciones

en donde la palabra sea necesaria

y de convivir con aquellos

para quienes la palabra es liberación.

Solamente la palabra que ponga en peligro el poder de los tiranos y los

Dioses

es digna de ser pronunciada o escrita.

sábado, 3 de mayo de 2008

VACÍO.

CAROLINA MORENO LENIS.

(Cali, Colombia, 1986).

Quedan unos pocos pedazos de

Madera

en esta hoguera

y aun así

la llama está cada vez más viva

sube escalando el aire

y luego baja

como cansada.

Lo más triste es

que no puede calentarse a

sí misma

y no soporta el humo

aunque ella lo engendra.

Unos trozos de ese aire

Oscuro

que se pegó para siempre

en las viejas paredes.

Y un poco de calor

no fue suficiente

para el frío indecible

de esos lugares

donde no hay nadie.