Humberto Jarrín – Colombia. Nacido en Cali. Su obra, junto con la de otros escritores de su generación, ha contribuido a la consolidación de una identidad literaria de la ciudad. Graduado en tecnología electrónica y en filosofía y letras, ha cursado igualmente estudios de física y de ingeniería eléctrica. Es magíster en Literaturas Latinoamericana y Colombiana de Univalle. Actualmente, se desempeña como profesor tiempo completo en el Departamento de Lenguaje de
Brevario de amor oscuro.
Argumento contrario
Si los ojos y los espejos
alimentándose de una misma claridad
acusan en sus adentros
un haz de rayos invertidos
detrás de ellos
no puede haber más que oscuridad.
Sueño confundido
Había sembrado mis ojos
en el sueño
pero los confundió la muerte
entre sus semillas
—germinó silenciosa, oscura—
ahora despierto como muerto
y llevo mi sueño
hecho pesadilla.
Lo que ven los ojos del que va a morir.
Mirándonos a nosotros mismos
en el espejo del río
nos observamos
con anterioridad y sorprendidos
desde nuestros profundos
y húmedos
ojos ahogados.
Hermanas
Una gota es hermana de otra gota,
hermana mayor el agua;
en medio de la corriente
alguien más las acompaña:
—fluida, callada, leve—
la hermana muerte.
Destinatario perdido
Va el muerto solo por las calles,
cómo informarle sin que se intimide
cómo decirle sin que se espante
que las paredes ya no son paredes
que los frentes de las casas no son lo que parecen,
y que los aleros no prometen ya ningún alivio
a quien expira sin aliento,
que bajo la luz de los faroles
la sombra que siempre tuvo
ya no tiene quién la arrastre
y que si cruza una ventana
no se podrá ver en sus cristales,
cómo decirle que a las puertas
les han cambiado de dirección
que no hay placas ni números
donde puedan arrimarse los correos,
que lleva en los bolsillos monedas falsas
y una cédula ya sin trámites,
que si nadie lo saluda
deje de suponer una componenda
o que todo mundo se volvió contra él,
que la simple verdad que busca
golpeándose como mosca entre los vidrios
chocándose contra un poste porque sí,
topándose contra cosas
que nunca antes estuvieron allí,
ha sido suspendida, dada de baja,
que no espere que alguien le confirme
su tragedia personal
que ante los demás es un suceso baladí
que no vale la pena,
como tampoco vale la pena
que ande como un alma en pena
por un sitio y un lugar
donde ya no hay nada por hacer
y del que tiene que partir.
Que dos silencios hacen una voz.
Mis ojos oyen el grito
de tus ojos ausentes,
incendia la lámpara de mi voz
con tus llamados,
hasta los huesos están llenos de luz,
y sin embargo a su pesar
es oscuro
el proceder de los labios,
que no atinan a entrar en conjunción.
Dónde estás amigo que no te hallo,
hasta hace poco eras latido,
golpe de arma, golpe de rama,
árbol universal florido,
raíz y fruto unido a todos,
ahora disueltos y mudos sin tu voz.
Dame, dame quejas
desde esas dos habitaciones de la luna
en que seguro estás,
dame rayos a recibir,
dame ayes del ayer trunco,
tírame aguas de sal abiertas,
destellos con sabor a sangre,
señales de luz inversa por donde te pueda seguir,
están mis espejos vacíos,
secos,
y con los párpados abiertos a recibirlos,
tiéndeme un puente húmedo,
puro
en que también pueda rodar
y llegar al sitio del que no puedes salir
y salpicarte con algo de mi sangre aún con luz,
decir relámpagos
donde habría que decir palabras,
dolerme paralelo a tus huesos,
susurrar donde hay ayes
y hacer silencio oscuro
contigo a una sola voz.
2 comentarios:
Genial la obra de Humberto Jarrin. Y gran compromiso y trabajo que realiza de difundir poetas, felicidades.
Humberto Jarrin posee mi admiracion desde que fue mi profesor de Cosmovision en la San Buenaventura, Cali. Leerlo es una delicia pues uno se pasea de la mano de sus letras y se divierte en el camino. Jarrin sos calidad!
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