Retomo tarde el hilo.
Fueron muchos los años de desconexión de ella, la antigua, la nunca
adornada. ¿Por dónde deambulaba yo, suspendido? Pues nunca dejé
de ser nervadura del asombro, de vivir en orillas, de extraviarme
bebiendo un zumo oscuro, pero invadiendo los contrafuertes del día.
Transparencia que levanté de lo más acosado como pieza cobrada en la
tormenta.
Pero la palabra se escondía.
Por tender hacia donde no pesa y mudar allí morada.
Los años han corrido y no dejé de registrar caídas. Entonces piel era sólo clausura. La
magia no había sido destituida.
Ahora vuelves, amiga, y yo te recibo con presentes arrancados al
verdugo que cela tu territorio.
[poema inicial de Gestiones]
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